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Seguridad contra incendios en los astilleros mediante protección inalámbrica

En los astilleros y en las operaciones de construcción naval existe un riesgo significativo de incendio, pero encontrar soluciones que se adapten a los requisitos específicos puede ser todo un reto. El sector marítimo exige medidas de seguridad exhaustivas para detectar y prevenir incendios en estos entornos, pero muchos sostienen que los métodos actuales están anticuados y necesitan mejoras. En este artículo analizamos los retos y lo que se necesita para revolucionar la protección contra incendios en los astilleros.

Aunque no cabe duda de que el fuego supone una enorme amenaza para los buques y embarcaciones en el mar, quizá se conozcan menos los riesgos en tierra. Como en cualquier obra en activo, existen múltiples peligros potenciales en torno a estas zonas industriales pesadas, con retos adicionales debidos a su ubicación y especificaciones. Estudios realizados por la Asociación Internacional de Sociedades de Clasificación (IACS ) revelan que en estos entornos se producen incidentes de incendio con más frecuencia de lo que muchos creen. La Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de los Estados Unidos (GAO) también ha pedido recientemente a la Marina estadounidense que mejore sus esfuerzos en materia de seguridad, destacando la falta de evaluación y aprendizaje normalizados de la seguridad contra incendios.


La GAO elaboró un estudio en respuesta a los más de 4.000 millones de dólares en daños estimados por los incendios de buques durante el mantenimiento desde mayo de 2008 hasta diciembre de 2022, que incluyó la pérdida del USS Bonhomme Richard. A raíz de este estudio, la GAO formuló tres recomendaciones a la US Navy para aprender eficazmente de estas catástrofes, analizar los efectos y fijar objetivos para todo el servicio. Estos incidentes ponen de relieve la urgente necesidad de adoptar medidas avanzadas de protección contra incendios en los astilleros y en los procesos de construcción naval.

Un entorno complejo

Es de sobra conocido en el sector de la construcción naval que el mantenimiento de los buques es una de las principales causas de incendios tras varios informes en los últimos años. En 2012, un incendio en el USS Miami provocó su desmantelamiento prematuro después de que los costes de reparación se disparasen hasta una cifra estimada de 700 millones de dólares. Luego, el USS Oscar Austin sufrió un incendio durante el mantenimiento en 2018 que retrasó su regreso a la flota. En 2019, el oficial al mando del USS Fitzgerald criticó al astillero Ingalls por más de 15 incidentes de seguridad contra incendios como parte de un informe mensual de estado, donde la falta de seguridad contra incendios se describió como "una preocupación importante" en la vía que podría conducir a un "evento de incendio catastrófico a bordo". Las causas suelen estar relacionadas con la cantidad de "trabajo en caliente" que se realiza en torno a material altamente inflamable. Esto incluye la soldadura, el amolado y el corte de acero con sopletes, que provocan llamas abiertas y chispas que vuelan libremente.


En los astilleros y buques abundan los materiales combustibles, como el almacenamiento de combustible, lubricantes, pinturas y disolventes. Si a esto se añade el elevado nivel de carga, las estructuras de madera, los materiales de construcción y la basura, la posibilidad de que el fuego se propague rápidamente aumenta. También hay sofisticados sistemas eléctricos en los buques y en todos los astilleros, lo que significa que existe la posibilidad de que se produzcan fallos eléctricos que puedan provocar un incendio.

La naturaleza y el diseño generales de los astilleros también se prestan a dificultar la detección, extinción y evacuación de incendios. En los buques hay muchos compartimentos estancos y espacios reducidos, así como zonas difíciles de recorrer alrededor del buque, a menudo con paredes empinadas, escaleras, superficies irregulares y proximidad a aguas abiertas. Las medidas de salud y seguridad están reguladas por la Administración de Salud y Seguridad en el Trabajo (OSHA) de EE.UU., y deben cumplirse. El incumplimiento de estas normas puede perjudicar a los proyectos y a la reputación del propietario.


En busca de soluciones

Históricamente, la seguridad contra incendios en la construcción naval ha sido un problema sin soluciones reales. Normalmente, en las obras de construcción naval se pone en marcha un plan de seguridad contra incendios con diversos métodos preventivos y evaluaciones de riesgos para comprender dónde podría producirse un incendio.

También hay guardias manuales contra incendios para supervisar las operaciones y alertar en caso de emergencia. Se trata, por supuesto, de una tarea costosa y físicamente exigente que, además, es susceptible de error humano. En los astilleros, el entorno también es propenso a ruidos fuertes y distracciones peligrosas, lo que dificulta la transmisión de alertas.

Además, se utilizan sistemas automatizados de seguridad contra incendios para activar la evacuación y los medios de extinción a través de diversos sensores, como los detectores de humo. Sin embargo, a menudo estos sistemas están anticuados, con cables que pueden ser cortados accidentalmente por los contratistas y suelen ser costosos de instalar y mantener. Debido a las complejidades de la distribución de un astillero, los sistemas cableados también están limitados en cuanto a dónde pueden utilizarse y puede que no lleguen a lugares que requieren vigilancia.


Un nuevo horizonte para la seguridad contra incendios

Para hacer frente con eficacia a los riesgos de incendio en los astilleros y durante la construcción naval, es esencial que el sector estudie medidas nuevas e innovadoras, además de mejorar la formación y la planificación. Una de las formas de conseguirlo es mediante sistemas inalámbricos capaces de resolver los problemas actuales de los astilleros. Al eliminar la necesidad de instalar cableado permanente, las instalaciones pueden supervisarse de forma más eficaz con una cobertura completa. Mediante el uso de unidades temporales que pueden colocarse por todo el buque y sus alrededores, existe la posibilidad de detectar humo, calor y llamas en cualquier rincón del entorno. Estas unidades pueden enviar alertas para provocar la reacción y la evacuación, manteniendo a salvo a los equipos y las instalaciones.

El sistema WES3 de Ramtech es un buen ejemplo de ello y se ha utilizado eficazmente en astilleros para proporcionar tranquilidad las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Junto con un sistema de notificación, como el REACT de Ramtech, las alertas en tiempo real pueden transmitirse a través de las unidades WES a los dispositivos móviles cuando y donde sea necesario, provocando una respuesta rápida y proporcionando al personal ojos en la obra incluso cuando está ausente. Además de estos revolucionarios sistemas, debe darse prioridad al refuerzo de la formación y los protocolos de seguridad, para hacer hincapié en cómo se pueden prevenir o controlar adecuadamente los incendios, protegiendo vidas y bienes.

Esto podría hacerse mediante regímenes de formación independientes y planes de respuesta de emergencia adaptados a cada astillero o buque concreto, que deberían practicarse de forma rutinaria para garantizar su solidez. Pero quizá lo que necesita el sector es un esfuerzo de colaboración para establecer normas sectoriales que permitan a todos los astilleros seguir las mejores prácticas.